Caso clínico
Presentamos el caso de una paciente de 77 años y 35 kg de peso con antecedentes personales, entre otros de insuficiencia renal crónica terminal, en programa de diálisis peritoneal, anemia secundaria e hidronefrosis bilateral. Acude a urgencias por cuadro de dolor abdominal de cinco días de evolución, acompañado de astenia, anorexia y sensación distérmica. Ingresa a cargo del servicio de Nefrología, diagnosticándose de peritonitis bacteriana secundaria a infección de catéter de diálisis.
En espera de la retirada del catéter de diálisis peritoneal se indica la colocación de catéter venoso central para iniciar hemodiálisis motivo por el cual se traslada a nuestra unidad de Reanimación. Se monitoriza a la paciente con pulsioximetría (muestra Sat O2 del 92%) PANI (muestra TAS de 108 y TAD de 63) y frecuencia cardiaca (muestra 102 lpm). Colocamos gafas nasales a 3 l y procedemos a canalizar la vena yugular interna izquierda guiada ecográficamente. Se comprueba reflujo de sangre a través de aguja, la guía metálica en «J» progresa sin dificultades, se introduce unos 15 cm y se inserta el catéter venoso central de dos luces a través de la misma sin incidencias. Al aspirar a través de ambas luces refluye un líquido claro, similar a suero. Ante la duda sobre la posible ubicación de la punta de catéter se envía a laboratorio muestra del líquido obtenido y se realiza radiografía de tórax portátil. El análisis de laboratorio puso de manifiesto colesterol <50 mg/dl, proteínas totales<2 g/dl, LDH 163 U/L , pH 7,52 y glucosa 122 g/dl.
Cuestiones:
- ¿Dónde se había canalizado el catéter?
- ¿Tiene la localización yugular izquierda más complicaciones que otras localizaciones?
- ¿Qué complicaciones de la técnica pueden poner en peligro la vida del paciente?
- ¿Debemos solicitar un consentimiento informado antes de la realización de esta técnica en esta situación clínica?
- ¿Justifica este caso la realización de una radiografía de control a todas las vías centrales canalizadas?
Caso real abierto a discusión antes de presentar la solución. Animaros a participar (sin olvidar, por favor, presentaros e indicar desde dónde escribís -Hospital, Ciudad, País-).
J.A. Paz García de Mateos, S. Hervilla Ezquerra. Unidad de Anestesia y Reanimación. írea de Anestesia, Reanimación y Cuidados Críticos. Hospital Universitario Fundación Alcorcón. Madrid. Caso resuelto en la segunda parte de esta entrada. Para realizar comentarios, por favor haced click en este enlace: Complicación en la canalización de vena yugular izquierda II
Hola
Por el caso descrito debe ser la VYID y lo que se canaliza es el conducto tor’acico trayendo como complicacion un quilotorax masivo que ya una paciente comprometida desde el punto de vista respiratorio con un quilotorax izquierdo empeorar’i su condicion ventilatoria.
Considero que debe ser solicitado el consentimiento antes de realizar procedimientos invasivos y creo que se deben realizar Rx control ya que estan descritos casos como la redireccion del cateter cefalico, que para el caso de hemodialisis o vasoactivos pueden traer complicaciones desastrosas
Estoy de acuerdo en que podría tratarse de la canalización del conducto torácico que es más frecuente en la canalización de la yugular izquierda.
a parte el riesgo aumentado de punción pleural izquierda al estar la cupula pleural más elevada).
Si que considero necesario consentimiento informado siempre que no se canalice de urgencia .
Si creo necesario realizar radiografia de control en todos los casos.
-Me parece interesante anotar la posibilidad de que se trate de líquido pleural, nosotros hemos tenido algún caso ¿el paciente tenía derrame pleural?, los valores aportados de la bioquímica hablarían de un trasudado pero faltarían los valores del plasma. En contra de que se trate de líquido del conducto torácico está que debería ser lechoso o al menos turbio.
-Complicaciones que pueden potencialmente poner en riesgo la vida del paciente: punción arterial si existe coagulopatía importante y el hematoma comprime la via aérea, hemotórax y neumotórax a tensión.
-Creo que debería pedirse consentimiento informado en caso de canalización no urgente, pero obstaculiza la práctica clínica y es importante tenerlo en cuenta.
-No creo que sea necesario realizar radiografía de tórax sistemáticamente en caso de canalización de yugular interna, sólo en casos seleccionados, pero hoy por hoy la pido siempre. Supongo que un buen protocolo ayudaría en la práctica de no hacerla sistemáticamente, así como la generalización del control ecográfico.
Ana Sofía Yuste Peña. Hospital de Ciudad Real.
Auténtico caso para internista;
Me decanto por el derrame pleural dado que no hay datos de contenido de trigliceridos en líquido, y la composición es semejante al plasma de una paciente desnutrida, que por la clínica podría ser compatible con su cierta hipoxemia e infección. En cuanto a la diferenciación entre exudado y transudado, me inclino por exudado: la LDH elevada y el aspecto del aspirado.
El cuadro podría enfocarse en derrame pleural secundario a dialisis peritoneal, por movimiento de líquido de diálisis a través de orificios diafragmáticos. Originalmente sería un transudado, pero secundario a la peritonitis comenzaría a tener características de exudado.
En cuanto a la pregunta 4, creo que ya no cabe discusión si todos trabajamos dentro de la normativa vigente: Ley Básica Reguladora de la Autonomía del Paciente y de Derechos y
Obligaciones en Materia de Información y Documentación Clínica, capítulo 4, artículo 8: El consentimiento será verbal por regla general. Sin embargo, se prestará por escrito en los casos siguientes: intervención
quirúrgica, procedimientos diagnósticos y terapéuticos invasores y, en general, aplicación de procedimientos que suponen riesgos o inconvenientes de notoria y previsible repercusión negativa sobre la salud del paciente.
Finalmente respecto a la pregunta 5, aunque el porcentaje de complicaciones por malposición es pequeño, sus implicaciones pueden ser muy graves como perforación cardíaca y arritmias por lo que sí sería recomendable su verificación por diagnóstico de imagen que también puede ser ecográfico.